Un gilipollas en Uppsala

Las desventuras de un pobre hombre en una ciudad escandinava.

23 de noviembre de 2006

Las tierras raras

Las tierras raras son un grupo de elementos químicos en cuyo descubrimiento tuvo mucha importancia Suecia en general y Uppsala en particular. El primero de esos elementos fue descubierto en forma de óxido por Johan Gadolin en el siglo XVIII, que aunque finlandés estudió en Uppsala. El descubrimiento lo realizó tras analizar un mineral encontrado en una cantera del pueblo de Ytterby, en una de las islas que forman el archipiélago de Estocolmo. De ese pueblo vienen los nombres de cuatro elementos: terbio, erbio, iterbio e itrio. Eso le hace probablemente el pueblo más importante en la tabla periódica.

Otras tierras raras también tienen relación con Uppsala. Así, Per Teodor Cleve fue profesor en la Universidad y descubrió otros dos elementos: holmio, que nombró en honor de Estocolmo (en latín Holmia) y tulio, que toma el nombre de Thule, antiguo nombre de Escandinavia. El famoso Berzelius también estudió aquí y descubrió el cerio. Otro sueco que jugó un papel importante fue Carl Gustaf Mosander, que trabajó en Estocolmo y descubrió el lantano, además de los antes citados erbio y terbio.

Esos no son los únicos ejemplos de gente importante para la ciencia que ha trabajado en Uppsala. No hace falta más que mencionar a Linneo. Todo ello hace que aquí se respire algo que en España no existe: una tradición de interés por la ciencia.

13 de noviembre de 2006

Alces borrachos

Pasó hace poco en Goteburgo. Por lo visto un alce se dio un atracón de manzanas medio fermentadas y pilló una buena borrachera. Nuestro amigo, como buen sueco, se dio una vuelta por ahí hasta que el alcohol hizo su efecto y se quedó a dormirla en la puerta de una escuela. Por supuesto, los pobres niños estaban un poco asustados. Para los que nunca hayan visto un alce, tiene el tamaño más o menos de un caballo y, si es macho, una cornamenta respetable. La historia en inglés aquí. Los cachondos le llaman alco-alce.

La verdad es que aquí no es difícil ver bichos. Uppsala tiene bastante zonas verdes y no es raro ver liebres y ardillas corriendo. Saliendo un poco de la ciudad es habitual ver ciervos pequeños. A veces hay que tener cuidado porque cruzan la carretera alegremente. De hecho aquí inventaron la prueba del alce, esa que se hizo famosa cuando no la pasó el Mercedes Clase A. Por cierto, me han dicho que ese coche nunca ha tenido éxito en Suecia...

12 de noviembre de 2006

Todo está en el lenguaje

Siempre he tenido graves problemas con mis habilidades lingüísticas. Mi inglés no es para tirar cohetes, pero mi sueco es inexistente. Después de más de dos años aquí es un poco vergonzoso no hablar sueco, ni un poquito, pero como siempre digo es un problema de motivación. Yo estoy aquí esencialmente por trabajo y para eso, y para la vida diaria, el inglés es más que suficiente. Para la vida social sigo teniendo un círculo donde los extranjeros somos mayoría, y me sigue resultando mucho más fácil conocer gente extranjera. Quizá sea la pescadilla que se muerde la cola y mi desconocimiento del sueco limita mi vida social con los suecos. Pero no lo creo.

Sin embargo hay un par de cosas que sé del sueco (lenguaje) y que son muy sintomáticas. Para decir gracias se dice 'Tack', fácil. Pero no hay una forma concreta de decir 'de nada'. De la misma forma no hay una palabra específica para decir 'por favor' cuando se pide algo. Cuando los suecos les entra un ataque de amabilidad usan también 'Tack'. Dejo como ejercicio reflexionar cómo una sociedad (o cultura) es capaz de desarrollar un lenguaje sin ver la necesidad de tener palabras para 'de nada' y 'por favor'.

Para los que estén interesados en el sueco ahí van dos enlaces:
- Curso de sueco.
- Diccionario Español-Sueco.

5 de noviembre de 2006

Nieve

Esta semana ha caído la primera nevada. Ha sido una nevada consistente, de unos 40 cm diría yo, que ha pillado desprevenidos a los suecos. Aquí también se quedan incomunicados de vez en cuando, aunque estén acostumbrados a fuertes nevadas. Este año lo peor han sido los problemas con los trenes. Alrededor de Estocolmo bastante gente tuvo que pasar la noche en mitad de ningún sitio. Aún no he conseguido que nadie me explique cómo es posible, pero así ha sido. Eso sí, nadie pone el grito en el cielo, los suecos tienen bastante aguante.

La manera de enfrentarse con la nieve aquí es totalmente diferente a la de países más sureños. Nada de sal para intentar deshacer la nieve. Se limpia lo que se puede, se añaden guijarros para que no se forman capas compactas de hielo y hasta la primavera. Supongo que teniendo temperaturas de menos de diez grados bajo cero durante uno o dos meses no hay sal que valga. Aquí os pongo una vista de la calle:



Así durante meses. Los coches no tienen problema. Durante todo el invierno es obligatorio utilizar unos neumáticos especiales, con clavos. Para los que no los conozcáis aquí va una muestra:


Con eso no he visto prácticamente a ningún coche patinar. Para las bicis hay ruedas parecidas. Además de eso hay algunas calles, las más comerciales, que tienen calefacción por suelo radiante. Para comprar sin miedo a resbalones. Eso sí, la calefacción sólo sirve para evitar que se forme una capa de hielo. Sigue haciendo un frío de dos pares. La calefacción depende del sistema de calefacción central que sirve... ¡a toda la ciudad! En las casas sólo hay un intercambiador para separar los circuitos interno y externo. Eso es lo más común. Alguna que otra cosa buena hay en este país.